Listado de la etiqueta: conciencia

El séptimo Chacra o Corona

El viaje ascendente por los chacras del cuerpo físico termina en el séptimo. Allí se abre una flor de loto de mil pétalos cuando este vórtice energético es activado.

El chacra corona es el principio rector de la vida. A través de este centro logramos mayor comprensión de las situaciones y le damos sentido a las experiencias. Nos permite una conexión directa con nuestra esencia, el campo del Ser.

Para llegar a este nivel, la semilla tuvo que echar profundas raíces en la tierra pasando por todos los chacras y recibiendo la influencia de todos los elementos, la tierra, el agua, el fuego, el aire, el sonido (éter) y la luz, hasta la fuente de la conciencia más allá del pensamiento.

Cada chacra es un centro organizador de la conciencia, y al llegar al séptimo adquirimos una gran lucidez y un nivel de desapego que nos permite movernos hacia dimensiones más elevadas, más allá del plano físico.

Desde el punto de vista neurológico, el séptimo chacra se relaciona con la parte superior del córtex cerebral y como instrumento de la mente, carece de límites.

La conciencia que se adquiere en este chacra puede dividirse en dos categorías:

  • Una orientada hacia la información sobre los objetos del mundo y sus relaciones. Se orienta hacia afuera y hacia abajo
  • La otra corriente se orienta más allá de los objetos del mundo. Es conciencia sin objeto, conciencia trascendente.

La iluminación significa darnos cuenta de niveles superiores de realidad más allá de toda ilusión del plano material. El sistema de creencias se va conformando a partir del sentido que le otorgamos a las experiencias. Por lo tanto, cuanto más limitantes nuestras creencias, mayor dificultad para absorber más información, ya que las antiguas creencias actúan como limitantes.

Para muchas culturas, las artes amorosas eran una manera de rejuvenecer y obtener longevidad. El concepto de “inmortalidad” es muy importante y por eso, las prácticas que cultivan la longevidad tienen un rol protagónico historicamente. Las mujeres nacidas en el linaje taoísta -el sistema filosófico y religión que tuvo su origen en China en las ideas del filósofo Laozi que se caracteriza por creer que existe una solidaridad absoluta entre el hombre y la naturaleza, puesto que ambos concuerdan perfectamente y tienen un sustrato común- como magas, monjas y sacerdotisas taoístas, ademas de emperatrices y concubinas de los emperadores chinos, realizaban prácticas impartidas por Mantak Chia, específicamente usaban los huevos Yoni para cuidar, rejuvenecer y mantener los órganos reproductivos fuertes y flexibles, con el tono adecuado, además de trabajar el autoerotismo y empoderamiento femenino.

Los ejercicios con los huevos de Yoni tienen repercusiones en todos los niveles del Ser: en los planos físico, mental, emocional y energético, y traen muchos beneficios:

  • Tonificar el útero.
  • Despertar las corrientes energéticas del útero.
  • Tomar conciencia de la anatomía de tu vagina conectando con los anillos involucrados en su estructura.
  • Despertar, tonificar y/o relajar los anillos musculares vaginales.
  • Reprogramar la memoria celular en el Yoni y crear nuevas redes neuronales más amorosas y flexibles.
  • Tomar conciencia que el suelo pélvico forma parte de tu diafragma respiratorio.
  • Estimular las glándulas de Bartolino, aumentando naturalmente tu capacidad de lubricación.
  • Sanar y/o mejorar resequedad vaginal.
  • Recuperación postparto.
  • Aprender a relajar el suelo pélvico.
  • Mejorar y sanar vaginismo e incontinencia.
  • Despierta tu potencial de placer

 

Las piedras de Obsidiana (de lava volcánica condensada y cristalizada), son una poderosa técnica de la antigua China de sanación uterina y del femenino, que trabaja borrando recuerdos dolorosos que pudieron haber quedado enquistados en la zona uterina y produjeron bloqueos energéticos o desequilibrios ginecológicos. Con la técnica del huevo vaginal se sanan las memorias emocionales-sexuales que se encuentren en el interior de la vagina, útero y ovarios. Y ayuda a conectar con la tierra favoreciendo al empoderamiento a través de la seguridad y confianza que brinda el hecho de estar bien enraizadas, con “los pies en la tierra”.

  • Sanación de memorias emocionales albergadas en la zona uterina.
  • Colabora en la sanación de desequilibrios ginecológicos, siempre dentro de un contexto de medicina natural.
  • Ayuda a empoderar, brinda seguridad, confianza y auto-determinación.

 

En el taller Celebrando lo Femenino Profundo les contaremos sobre las dos técnicas.

Obst. Liliana Pogliani

Endorfinas, Serotonina Y Dopamina. Ya se conocen las vías que en el cerebro conducen a la felicidad y de nosotros depende crear las condiciones para que esto sea posible.

 

Hace un tiempo leí un artículo cuyo título me resultó muy sugestivo: «El hombre más feliz del planeta». Se trataba de una entrevista realizada a Matthieu Ricard, un biólogo que se convirtió al Budismo Tibetano y realizaba largas prácticas de Meditación. Él fue apodado de esta manera por neurocientíficos de la Universidad de Wisconsin, que realizaron estudios sobre lo que ocurre en el cerebro durante las prácticas de Meditación y sus beneficios a largo plazo. Para ello conectaron a Ricard 256 sensores y encontraron que cuando él meditaba, su mente se volvía muy clara y generaba más ondas gamma asociadas a la conciencia, la atención y la memoria. Estos resultados mostraron que el área de la corteza prefrontal izquierda se activaba fuertemente y esto posibilitaba la experiencia de felicidad y bienestar.

Al ser consultado sobre estos resultados, él respondió que la meditación permite auto generar estos estados, y propone tener una práctica de 15 minutos por día en la que tengamos pensamientos felices, de altruismo y positivos.

Más allá de la práctica meditativa que se utilice para inducir esos estados, hay otro factor fundamental que es la intención de convertirnos en seres más felices. Asumir la firme determinación es lo que nos permite tomar las decisiones adecuadas que orientan nuestras acciones en esa dirección y lo hacen posible.

Si no permitimos que emociones o pensamientos negativos nos distraigan, el lóbulo frontal se enciende y las redes neuronales del mismo se van fortaleciendo, mientras que otras áreas más asociadas a la gratificación inmediata se inhiben. Esto es lo que nos posibilita sostener metas a largo plazo y llegar a su realización. El lóbulo frontal nos da la habilidad para hacernos cargo de nuestras vidas más allá de los vaivenes emocionales, circunstancias externas, predeterminaciones genéticas o ambientales. Cuando adquirimos nueva información y la repetimos hasta aprenderla o cuando tenemos nuevas experiencias y luego las recordamos se van creando redes neuronales que se van afianzando con el tiempo.

Las neuronas se comunican entre sí a través de neurotransmisores específicos durante la sinapsis. Los principales neurotransmisores involucrados en la experiencia de felicidad son las endorfinas, la serotonina y la dopamina. Estos son liberados cada vez que tenemos una sensación placentera o experimentamos felicidad. La descarga química quedará asociada a la nueva red simpática que se establece como un recuerdo episódico. Así, cada vez que recordamos o repetimos la experiencia, se vuelven a descargar los mismos neurotransmisores y se enciende la misma red neuronal. Esta es la forma en la que vamos creando vías en el cerebro que nos conducen a la felicidad y de nosotros depende crear las condiciones para que esto sea posible.